Iglesias abrirán el 21 de junio, conozca aquí los protocolos sanitarios
- Acción Católica

- 3 jun 2020
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Parroquias tendrán un máximo de 75 fieles en las misas
Se entregarán fichas para que se logre el distanciamiento social
Nota redactada por: Tatiana Gutiérrez Wa-chong, periodista
Redacción. La Conferencia Episcopal de Costa Rica anunció un protocolo para la reapertura gradual de las Iglesias el próximo 21 de junio.
Entre las medidas sobresalen, un máximo de 75 personas, inicialmente, guardando la distancia establecida de 1.80 metros.
Cada Parroquia se organizará, para garantizar que solamente ingresen esa cantidad de personas a las Eucaristías.
Para ello, habría distintas maneras de hacerlo, mediante levantamiento de listas por vía telefónica o WhatsApp y de seguro, mediante la caridad cristiana y comunicación entre fieles, grupos apostólicos y demás colaboradores. También, mediante la emisión de tiquetes físicos que pueden ser retirados días antes de las celebraciones.
De manera estricta, se debe guardar una distancia establecida entre las personas, para este fin, no se permitirá más de dos personas por banca (según el tamaño de la banca, una persona por banca) a no ser que se trate de una burbuja social.
Espaciar las bancas, una de por medio (para lo cual, se bloquean estas bancas con cintas amarillas o bien se sacan del templo y se dejan solamente las que se van a ocupar con el distanciamiento adecuado).
Garantizar la rotulación, en espacios visibles, con los protocolos de tos, estornudo, lavado de manos, otras formas de saludar y no tocarse la cara.
Equipar los servicios sanitarios con papel higiénico, jabón antibacterial, alcohol o solución en gel con una composición de al menos 60%, toallas de papel para el secado de manos y agua potable.
Entre algunas normas propiamente litúrgicas, se evitarán las filas para comulgar, para lo cual, los sacerdotes se acercarán a los extremos de cada banca para dar la comunión, con el apoyo de no más de dos Ministros Extraordinarios de la Comunión.
La comunión se dará directamente en la mano.
Se omitirá el tradicional saludo de la paz y todo contacto físico, (lo cual no elimina el rito, pues podemos hacerlo con un saludo, levantando la mano o con un acto de reverencia).
Luego de la proclamación de cada lectura, se procederá a desinfectar la zona (el ambón y el micrófono a utilizar). De momento, el canto será entonado únicamente por quien o quienes lo animan.
Se exhortará a los fieles a no unirse a los cantos.
Los templos solamente se abrirán para la Eucaristía, se habilitarán únicamente puertas para entrada y puertas solamente para salida.
Se deberá procurar buena ventilación natural.
Se puede ofrecer servicio de velación para el fallecido en las capillas que para tal efecto poseen algunas parroquias. En el caso de los fallecidos a causa del COVID-19, está será con el ataúd sellado, conteniendo el cadáver introducido en doble bolsa hermética con las precauciones detalladas anteriormente.
A la vela, que asistan pocas personas, evitando aglomeraciones y guardando el distanciamiento social en la sala y áreas comunes, siempre respetando las demás medidas de prevención establecidas en los protocolos del Ministerio de Salud.
La celebración de exequias se continuará realizando solamente con pocas personas, observando las normas sanitarias establecidas.
A los padres de familia les pedimos no llevar a la celebración de la Santa Eucaristía a niños y niñas menores de 12 años, de igual modo, buscando la protección de ellos y pensando también en la necesidad de evitar aglomeraciones.
A los fieles con síntomas de gripe o alguna enfermedad crónica de riesgo ante el COVID-19, se les exhortará a no asistir a la celebración de la Eucaristía.
No se permitirá el encuentro grupal entre los asistentes, antes o después de la celebración eucarística. Terminada la celebración, el templo será cerrado.
Los sacramentos del bautismo y del matrimonio podrán celebrarse de manera espaciada y con el mínimo de personas.
El sacramento de la confesión queda reservado solamente para casos de extrema gravedad o verdadera necesidad, y se deberán tomar todas las medidas de conformidad con los protocolos que exijan las autoridades médicas y sanitarias.
El sacramento de la unción de los enfermos -en caso de verdadera necesidad- se podrá administrar cumpliendo todas las medidas de cuidado sanitario.
Si se tratara de un fiel enfermo con COVID-19, se extremarán los cuidados para el ministro sagrado, de conformidad con los protocolos que exijan las autoridades médicas y sanitarias.
En cada Parroquia ha de existir el personal de apoyo necesario, de manera que se garantice el fiel cumplimiento de las acciones contenidas en este Protocolo.

Foto: Cortesía/Sinart/Acción Católica.


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